Guillermo está seguro de haber visto un oso hambriento en el cuarto oscuro, debajo de las escaleras de su casa. Pero no se atreve a decírselo a nadie. Para que el oso no se coma a Guillermo, el niño decide darle de comer cada día. Pero al cabo de unas semanas un olor putrefacto invade la casa entera.
Un libro poético, estimulante y tranquilizador sobre los miedos infantiles.
A partir de 5 años